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MARTES DE CENIZA

"LA PUERTA DE LA LUNA"

"LA PUERTA DE LA LUNA"

Mª Paz Ortuño Ortín presenta y recopila estos cuentos y escritos breves de Ana María Matute.  Dice de esta catalana que ocupa el sillón K de la Real Academia de la Lengua una cosa que me gusta mucho: "Escribir es su manera de estar en el mundo".  Qué suerte conocer tan de cerca a la autora, su manera de fabular, su estilo narrativo, tan particular, que la distingue claramente de otros escritores de su generación... explica Mª Paz Ortuño que Ana María está especialmente dotada para conmover, tratándose de una mujer sabia, adivina, capaz de ver donde los demás no ven nada, creando con todo ello cuentos atemporales, que escudriñan especialmente en el corazón infantil y denuncian la injusticia social otorgando voz a los marginados.

"La puerta de la luna" recoge todos los cuentos y escritos cortos de Ana maría Matute, tanto los recopilados en antologías como los que andaban dispersos, publicados entre 1947 y 1998, aunque la mayor parte pertenece a los veinte años que van desde finales de los cuarenta hasta finales de los sesenta.  Dos décadas en las que el estilo y los temas fueron evolucionando aunque en todos ellos está presente el universo matutiano.

Ana María escribió su primera novela, Pequeño Teatro, durante un verano en Zumaya, tenía diecisiete años y se presentó con el manuscrito en la Editorial Destino.  Lo contrataron, pero no se publicó hasta la obtención del Planeta en 1954.  Antes había publicado otra que fue finalista del Nadal, (mi preferida, de uno de sus personajes tomo el seudónimo para presentarme a certámenes literarios), Los Abel.  En cualquier caso Ana María nunca dejó de escribir cuentos, estos fueron quienes, publicados en revistas de la época, le permitían subsistir en tiempos precarios.

Después de mucho tiempo sin leerla me he vuelto a encontrar con su mundo de tonos irisados y caminos pedregosos, la he recuperado entre sus niños, esos que en pocas líneas sueñan, escapan, crecen, mueren ... he hallado entre sus cuentos "El tiovivo", aquella historia que tanto me impactó en mi primera juventud, tanto como para copiarla a mano en un cuadernito, y leerla después muchas veces.  "El niño que no tenía perras gordas..." así comienza.

El caso es que Ana María Matute nunca se pareció a nadie y no existe nadie que se le parezca.  Ha creado, con tantos años de dedicación y pasión por la escritura, un universo propio, un estilo irrepetible al que siempre merece la pena volver.

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