"PRINCIPIO DE INVIERNO"
Tenía que intentarlo.
Porque no quería quedarme con las ganas.
Siempre me ha parecido tan precario aquello de lo que pudo haber sido y no fue...
Primero me conté a mí misma la historia, como cuando memorizas para un examen. Y después rebusqué entre mis bártulos literarios las herramientas que necesitaba para contarla como me hubiese gustado que me la contasen a mí.
Y nació. Era 2020.
Ha sorteado una carrera de obstáculos precipitada y caótica.
De hecho, en un principio, ni siquiera se titulaba así, pero cuando ya estaba dispuesta para saltar a escena resultó que no hace demasiado tiempo ni demasiado lejos, otro autor había seleccionado el mismo título para su novela.
Otra vez quise rendirme.
Una de tantas.
Este año no sé si se habrán alineado los astros, pero sí lo han hecho tres personas completamente diferentes entre sí, referentes en mi vida, que han decidido quedarse a mi lado cada vez que me rendía, esperando pacientemente a que me levantase para seguir ahí, convenciéndome para que publicase.
Sin ellas, yo no estaría escribiendo esto ni "Principio de invierno" habría acabado con mi síndrome de impostora. Puede que sea un poco tarde para mi empeño infantil de convertirme en escritora, no sé si he venido para quedarme, pero sí para acompañar a una historia que habla de todos nosotros y nosotras, de lo que fuimos, de lo que deberíamos ser y de lo que ya no volverá.
Me gusta decir que es una novela de andar por casa, una narración común y corriente que pretende ser contada desde la emoción. Creo que es sencillo identificarse con cualquiera de sus personajes, contiene unos cuantos.
Al final, mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas puede cambiar el mundo, según decía Eduardo Galeano.
Eso es lo que pretendo contar y esta es, por fin, mi primera novela: "Principio de Invierno".
Espero que os abrace.
0 comentarios