LA MALA COSTUMBRE

Siempre me cuesta hincarle el diente a los superventas, me espero un tiempo, a que deje de llover y la gente olvide los paraguas, y así, como quien no quiere la cosa y a destiempo, me escondo un poco y entonces pruebo, levanto la tapa, me dejo llevar por la historia, esa de la que tantas personas por la calle, en programas de radio o críticas literarias han comentado maravillas.
Me imponen las muchedumbres y las modas. Prefiero el reposo. Además, una buena narración siempre aguarda.
Alana S. Portero (Madrid, 1978) había escrito poesía y teatro antes de publicar su primera novela, "La mala costumbre" (Seix Barral, 2023), la experiencia vital de una niña trans en el seno de una familia obrera del barrio de San Blas que trata de reconocerse, identificarse y amarse en un ambiente hostil lleno de prejuicios.
Creo que Alana tenía meridianamente claro lo que quería contar y cómo cuando se dispuso a hacerlo.
La descripción es detallista y exacta, los olores, las escaleras, las cocinas, su reclusión en el baño, los pósters, la música, las películas, la mitomanía, el vecindario, el Madrid de los 90, los espejos en los que reflejarse, la necesidad afectiva, lo estrecho que es el mundo cuando se lo propone...
La autora es una buena escritora haciendo justicia con una apuesta real y contundente, dando voz a la diversidad afectivo-sexual y presentándonos en cada capítulo a personajes invisibles que duelen.
También está la ternura envolviendo algunas secuencias que sin ella serían, además de despiadadas, terminales.
Alana no se deja a nada ni a nadie, no tropieza, no divaga. Su hilo narrativo es un viaje hacia el fondo del armario en el que recluimos a las personas diferentes.
Pese al dolor y al trauma la lectura resulta fluida, interesante y pedagógica.
No sólo queremos saber.
Lo necesitamos.
"El miedo que se pasa en el armario fabrica monstruos a partir de sombras chinescas"
"Era muy propio de mí estar pensando en el final de algo hermoso que casi ni había empezado"
"El puto trabajo nos había quitado el tiempo y la oportunidad de educarnos juntos y solo teníamos el amor en bruto"
"Nadie puede salir indemne de una vida entera dedicada a reventarse el cuerpo para mentener un hogar en pie"
Estos son algunos ejemplos de la literatura en estado puro, emocional, que guarda "La mala costumbre".
Nada como narrar en primera persona la construcción y destrucción de tu propia vida para que resulte no sólo creíble y conmovedora, sino un espejo fundamental en el que muchas niñas y mujeres podrán reflejarse.
Es un libro interesante, una primera piedra sólida en el camino novelista de la autora.
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