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MARTES DE CENIZA

"EL DRAGÓN AMERICANO"

"EL DRAGÓN AMERICANO"

También eres una promesa de Septiembre, ya sabes, donde todo perdura haciéndose infinito.

Es posible que nunca lleguemos a entendernos, que te gusten la sopa fria, los números, una urbanización a las afueras, con campo de golf, un concepto demasiado clásico de la vida, esto es lo que hay y las cosas son como son.  ¿Te imaginas?.

Yo quiero un dinamitero.

Jamás podremos ignorarnos, este lazo nuestro, la gran goma extensible, está por encima de la propia vida y creo que tiene algo que ver con las herencias que no se tasan y con la sangre que no es roja, con lo que no elegimos.

Pero es que yo siempre te elegiría, en medio de la multitud, aquel, el del punto y aparte, el de los ojos como océanos de sorpresa, el que no me busca, el que me llama, el que sólo es él y yo lo sé aunque estuviera ciega, aunque me muriera despacio y completamente satisfecha, con la venganza de tu libertad en mi mano.

Yo quiero un poeta.

Aunque no escribas.

Contemplar la vida como un regalo y una oportunidad, como una cuesta en bicicleta en cuya cima siempre haya alguien esperándote.  A ti, que me acompañas y me registras, que me brindas tu alegría espléndida para ponérmela en el pelo y echar a volar.

Uno de los dos podría helarse en un invierno demasiado largo y quizás el otro, persiguiendo esa calma primordial, la paz escurridiza, no se daría cuenta.  Los relojes no funcionan igual para todo el mundo.  Las cosas son importantes según agendas personales.  No quiero imaginarme el frio, la necesidad de esos abrazos que ahora derrochas porque me amas absolutamente.

Yo quiero un hombre bello.

Más aún de lo que ya lo eres, el único hombre que me emociona y con el que aprendo a desaprenderme, buscando tiburones azules con la linterna azul bajo la cama, millonarios de un tiempo frágil, breve, pompa de jabón.

Desde que te conocí nunca he sido del todo infeliz.

Fundamentalmente quiero un hombre bueno.

Con rayos láser en los ojos y una infinita capacidad de amar, a ser posible.

Y si no, dame tu dirección, cítame en el campo de golf. 

 

 

 

 

 

 

 

 

Y enséñame a jugar contigo, una vez más.


2 comentarios

Manolo -

Bienvenida al universo sugerente de los blogs. Cuenta con otro lector fiel.
Besicos.

Ramón -

Esta tarde, huyendo del calor, me he estado paseando por tu blog y disfrutando de tus palabras. Quería felicitarte muy sinceramente y darte las gracias por la generosidad con que compartes con todos nosotros la belleza que creas. Seré un lector fiel de todo lo que escribas.