"LA VIDA DE SIEMPRE"
Cuando viniste a buscarme
ya me había acostumbrado a dormir en portales,
y caminar descalza.
Oí tu voz llamándome desde la calle
y el estómago catapultó hacia mi boca
algo parecido a la nostalgia.
Pensé que podríamos continuar dónde lo dejamos.
Porque siempre hay un punto y aparte
en la vida de siempre.
Pero de repente
(nunca las cosas suceden de repente)
los días prometieron un muñeco de nieve derretido,
la posibilidad de un mañana mejor,
campos de cultivo.
Me cubrí la cabeza con los brazos
y no miré.
No escuché.
No respiré.
Hacía frío y la tarde envolvió tus pasos.
Después regresaste a buscarme,
sólo que ya no sabías, ni sabes,
donde encontrarme.
3 comentarios
Begoña Asenjo -
Un beso.
nK -
Rebeca Maciedo -