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MARTES DE CENIZA

RINCÓN POÉTICO DE JUNIO: ALFONSINA STORNI

RINCÓN POÉTICO DE JUNIO: ALFONSINA STORNI

A veces no estaría mal cumplir ese sueño permanente del ser humano que estriba en poder viajar en el tiempo: movernos por los siglos como visitantes activos que ven pintar a Goya, cantar a Gardel, bailar a Michael Jackson ... que pueda complementarse por unos instantes aquello que la cronología de los años ha separado inevitablemente .  Yo seguiría como un perrito faldero a Lorca por la vega Granadina, hablaría sobre política don Dolores Ibarruri, entraría en el camerino de Jose Mª Rodero, en el de Marilyn Monroe y en el de la Xirgú, le pediría a Simone de Beauvoir que me firmase uno de sus libros, lo mismo que a Alfonsina Storni, y a tantos otros y otras que ya no están, ni volverán, pero que se hicieron inmortales, algunos a pesar de sí mismos,  a través de la palabra.

Alfonsina Storni Martignoni (Suiza, 1982-Mar del Plata, 1938), poeta y escritora del posmodernismo, adelantada siempre a su época y a la sociedad circundante, madre soltera, publicando siempre a pesar de las penurias económicas, maestra rural que defendió su amor por la poesía contra viento y marea, acabó con su vida adentrándose una noche en el mar, tal y como relata la bella canción popularizada por Mercedes Sosa.

Yo no sé si el caos mental, la angustia vital de un poeta, de cualquier creador o creadora, le ayudan a expresarse mejor y a generar un estilo único, sí pienso en este caso que Alfonsina sin la poesía hubiera perecido antes, engullida por las fatalidades de su vida.  La mastectomía de la que fue objeto en 1935 le dejó secuelas irreparables a todos los niveles, como en su infancia lo hizo la desestructuración familiar y el desapego materno, pero en cualquier caso esta mujer lo intentó todo para alcanzar un espacio digno en el que poder desenvolverse.

Se relacionó con Amado Nervo, Juana de Ibarbourou y Horacio Quiroga que reconocieron siempre su riqueza creativa.  En 1925 Alfonsina Storni se despega del modernismo publicando”Ocre”, que trata de reivindicar aspectos feministas y afrontar de manera cercana la realidad social.

Pero sus constantes altibajos, unidos a la enfermedad y a la soledad la llevan a desaparecer trágicamente el 25 de Octubre de 1938 dejando cartas de despedida para su hijo y algunas amistades.

Quizás de haber podido vivir en otra época las cosas hubiesen sido diferentes... o quizás no, en cualquier caso queda la magia, a pesar de todo, por encima de todo, latiendo siempre, queda la palabra.

Pudiera Ser

Pudiera ser que todo lo que en verso he sentido
No fuera más que aquello que nunca pudo ser,
No fuera más que algo vedado y reprimido
De familia en familia, de mujer en mujer.

Dicen que en los solares de mi gente,
medido estaba todo aquello que se debía hacer…
Dicen que silenciosas las mujeres han sido
De mi casa materna… Ah, bien pudiera ser…

A veces en mi madre apuntaron antojos
De liberarse, pero se le subió a los ojos
Una honda amargura, y en la sombra lloró.

Y todo eso mordiente, vencido, mutilado,
Todo eso que se hallaba en su alma encerrado,
Pienso que sin quererlo lo he libertado yo

De “Irremediablemente” (1919)



 

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