DEL SIGLO PASADO
Lo soy, como puede comprobarse. Del siglo pasado. Supongo que alguien recordará esos sillones de scay con flecos en los bajos... y las fotos en blanco y negro hechas con la Werlisa... No sé si eran tiempos mejores o peores, lo que tengo claro es que eran diferentes, y si no los contamos, si de vez en cuando no hablamos de la mili, o del internado, o de cómo jugábamos a la rayuela en la calle, va a parecer que una parte de nosotros no existió nunca. Por suerte o por desgracia no estamos hechos sólo de presente. La muñeca con la que estoy en la foto, de nombre CHELITO, lloraba, reía o cantaba gracias a unos discos (tipo vinilo pero enanos) que se le introducían en la espalda, de vez en cuando se atascaban, y era cuando íbamos al reparador de muñecas, que era como el zapatero pero arreglando muñecas, que trabajaba en el recodo de una escalera en una casa muy antigua, en una especie de portería iluminada con una bombilla amarilla de 125... Soy nostálgica por naturaleza, pero este año ya he cumplido los treinta y todos y el ataque es más virulento, eso y ver a mi hijo con el juguete de moda, la peonza (¡la peonza!), me hace pensar que hay cosas en la vida que nunca cambian, sólo de color, pero la ilusión sigue intacta, por ser propiedad privada.
4 comentarios
Carmen Frías -
Sigue ilustrándonos con tu blog, por favor.
Katia y Leo -
Shey -
Rubén L. -