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MARTES DE CENIZA

"TODO LO QUE TÚ QUIERAS"

"TODO LO QUE TÚ QUIERAS"

"Todo lo que tú quieras" es, con todo lo que eso supone, la tercera película de Achero Mañas (Madrid, 5 de Septiembre de 1966), que después de llevar a la pantalla "El Bola" (2000) y "Noviembre" (2003) tenía por delante el reto de seguir dejándonos con la boca abierta ante un cine singular, de alto contenido emocional.

No hay tercera mala.  La película tiene fragmentos magistrales, unos primeros planos propios del mejor cine mudo en los que sobran las palabras y se encoge el alma, y un elenco protagonista de lujo que borda sus personajes.  Qué decir de Juan Diego Botto en su papel de padre coraje, o de Jose Luis Gómez, el transformista capaz de poner al personaje principal frente al espejo, nunca mejor dicho, de su propia humanidad.  La niña Lucía Fernández está absolutamente genial y hasta Najwa Nimri resulta menos artificial que de costumbre.

Pero hay un pero.  Mi admiración por los guiones y la forma hasta ahora de hacer cine de Mañas se desinflan un poco, sólo un poco, ante este largometraje que se me queda algo escaso, cómo decirlo, pese a su arriesgada apuesta argumental a mí me resulta simple.  La historia de un padre actual que se empeña en la perfección hasta conseguirla por todos los medios, demostrando que no necesita nada más, que puede ser padre, madre, terapia, juego, amistad, descanso... "Todo lo que tú quieras".  Me suena un poco a alegato de "Nosotros también podemos", se habla ocasionalmente de lo malparados que suelen quedar los padres en los procesos de separación, las injustas decisiones judiciales, la leyenda todopoderosa de la maternidad...  y surge un PADRE con mayúsculas que alcanza cotas insuperables de amor por su hija.  Si el papel principal hubiese estado destinado a una mujer, si lo narrase una madre, creo que la película no tendría sentido, no contaría nada excepcional.

Pese a todo, el buen gusto y la manera de hacer las cosas de Mañas convierten su película en apuesta ganadora, porque siempre merece la pena sentarse a recibir sus propuestas, sentir el cine como parte de la vida, como pura vida.

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