Blogia
MARTES DE CENIZA

TRINCHERAS Y MADRIGUERAS

TRINCHERAS Y MADRIGUERAS

Quiero comenzar este año 2012 agradeciendo a mis lectores que lo sean, y que me dejen comentarios en los que me animan a seguir escribiendo.  Para mí es un ejercicio terapeútico, un acto de comunicación desde el modo en que trato de contar las cosas.  Si dejase de hacerlo me habría convertido entonces en una loca de atar o en una ermitaña irremediable.  No lo descarto.  Estan los tiempos como para salir huyendo.  Muchos lo hacen.  En un era en la que la gente que pisa la calle y se sube el cuello del abrigo se siente totalmente estafada por los que fueron, son y serán nuestros gestores políticos, pocas cosas diáfanas nos quedan... la poesía, la solidaridad y el afecto, volver, volver a lo que de verdad importa, trincheras y madrigueras que infravaloramos cuando nos hicieron creer que podríamos alcanzar el éxito, el poder, la eternidad.

En este 2012 en el que se cumple el centenario del hundimiento del Titanic, así como el de la publicación de "Campos de Castilla" y la muerte de Leonor, esposa de Antonio Machado, también se cumplen cien años del fallecimiento de Emilio Salgari y del de Menéndez Pelayo, ya véis, necrológicas que no auguran tiempos mejores.

Entrar en este blog supone conocerme, ya sabéis de mis pasiones incondicionales.  De ahí que, como una de las cosas que siempre quedan, aguardándonos, reservando la palabra precisa, es la lectura, nada mejor que servir de ventana a la expresión incomparable de Luis García Montero en su último artículo, fechado hoy, para el diario Público: "La realidad y el deseo"

http://blogs.publico.es/luis-garcia-montero/192/el-pais-con-la-democracia-real/

Un abrazo para todos y todas, os deseo trincheras y madrigueras siempre a mano.

1 comentario

nK -

Pues imagina a tus incondicionales de pro, los marineros que surcamos tus océanos de poesía y belleza sin tu blog. Sería como enviarnos a los abismos de un espacio vacío y sin sentido. Gracias a ti, Puri, por seguir abrazándonos en este mundo bello que construyes tejiendo palabras y emociones. Uno siente como se resguarda bajo tu manto y permanece sereno en el discurrir de tus historias, de tus poemas, de tu voz. No lo dejes nunca. No nos dejes... Dejaríamos de creer en la esperanza en estos tiempos difíciles.