RENUNCIA

Se pasa el tiempo.
Me falta gente.
No nos preparan para la ausencia,
que aparece al cabo de los años
en el cajón de los cubiertos,
entre la tierra de las macetas,
al fondo de una canción,
eterna y triste
cómo sólo pueden ser
algunas verdades.
Los que no volverán
se llevaron un pedazo
de nuestra historia.
Somos seres incompletos,
complejos,
fragmentados.
Carecemos de una parte
que nos hacía mejores
porque se reflejaba en el otro,
buscando su apoyo
cómo un río trata de alcanzar
la otra orilla.
Se pasa el tiempo.
Me falta gente.
Los que llegaron después
desconocen el preámbulo,
abren los brazos,
duermen junto a tu cuerpo
convencidos,
la fe y el deseo intactos,
no saben que hubo otra vida,
que no hay una sola,
sino muchas muy pequeñas,
una dentro de otra
y dentro de otra,
como muñecas rusas.
Podríamos ser
–haber sido-
-fuimos-
exconvictos,
cobardes,
ladrones de joyas,
envenenadores de sueños,
despiadadas,
locas…
Están dispuestos a perdonarlo todo,
y a creer que las cosas pasan por algo,
que somos un corazón funcionando
a brincos
con el mecanismo a cuerda de un juguete.
Aprovechemos la ocasión,
sigamos adelante
cómo si supiésemos
hacia dónde vamos.
Se pasa el tiempo.
Me falta gente.
Tengo la certeza
de la renuncia,
comprendo el volúmen
de las cosas
-casi todas las cosas-
que ya no cambiarán,
no me duele la melancolía
sino la premura,
la velocidad del viento,
las palabras que no dije…
No soy más sabia,
ni siquiera más adulta.
Simplemente se pasa el tiempo,
me falta gente,
nos vamos quedando solos.
4 comentarios
Mibibliotecasevallenando@blogspot.com -
Con tus escritos todos un poco mas acompañados.
nK -
Carmen Frías -
Beatriz -