"ANILLOS DE ORO"
No la hay actualmente. Una serie de televisión que aborde la realidad social del momento, el reflejo de quienes somos y cómo vivimos.
"Anillos de Oro" consiguió ser fiel a una época (los 80) y a un país que tenía lo que tenía... la resaca de la dictadura y de la redicha transición, la recién aprobada Ley del divorcio que permitía terminar con una parte de esa doble moral tan nuestra, tan de escandalizarse mientras se mantiene una doble vida.
Sera porque la escribió Ana Diosdado (1938-2015) y la dirigió Pedro Masó (1927-2008), será porque Imanol Arias (1956), tan joven, ya crecía imparablemente... el caso es que venció porque se atrevió a contar con los mejores ingredientes, ponerlos en marcha, cuidar a un público que no se conformaba con cualquier cosa y... voilá.
Hasta hace poco creía que me quedaba cada vez menos tiempo para seguir leyendo, descubriendo autores, historias, momentos... por eso no retrocedía volviendo a leer obras que me conquistaron o no, dándoles una segunda oportunidad, o varias... Sigo convencida de la fugacidad inmisericorde de un tiempo que no perdona, pero si es verdad que una siempre vuelve a los lugares donde amó la vida... a algunos libros hay que volver despacio, porque son sitios que ya no se repiten, por respeto a lo que aprendimos de ellos y porque siempre nos estarán esperando.
"Anillos de Oro", escrita en formato teatral, cargada de imágenes y secuencias aún antes de convertirse en serie, narra en trece episodios a finales de 1983, lo que acontece en un despacho de abogados que comienza a llevar los primeros casos de divorcio, en contra de la moral y el recato predominantes. Y lo hace con buen gusto, desde todos los ámbitos y/o estratos sociales, tocando además temas aledaños cómo la homosexualidad, el adulterio, la emancipación femenina, los grupos sociales al calor de los bares-madriguera, etc.
Ana Diosdado dominaba la escena. Hija de padres exiliados, ahijada de Margarita Xirgu (¡ahí es nada!), dramaturga, guionista, actriz... siempre tuvo una mirada (por dentro y por fuera), inteligente, sagaz, evolutiva.
Cuándo se estrenó "Anillos de Oro" yo tenía doce años y entendía muy poco de casi todo, pero me quedaba con imágenes, y sobre todo con palabras, que puestas en el lugar y en los labios adecuados consiguieron salvarme de muchas cosas tristes.
Recuerdo el pelo de Lola (la abogada de la serie interpretada por Diosdado), ese maravilloso corte de pelo tan de "antiseñora"... y la relación, fuera de connotaciones de pareja, que mantenía con Ramón (el otro abogado del despacho, interpretado por Imanol Arias), cuando yo ya intuía que un hombre y una mujer podían ser amigos de verdad sin ser pareja sentimental...
El guión es en muchas ocasiones un drama con tintes de comedia y a la inversa, cómo la propia vida.
Recuperar todas aquellas reminiscencias y traerlas al presente me ha hecho recordar la Librería Pérez, dónde compré a precio de ganga los dos tomos en los que se estructura la obra, cómo crujía aquel suelo de madera, la oportunidad tan enorme que suponían las librerías de viejo contra el invierno del alma...
Desaparecemos. Todos. La vida es cíclica.
Pero obras como ésta, tan absolutamente hermosas, humanas y necesarias, tan llenas de arte... son eternas.
0 comentarios