"CUESTIÓN DE DESPEDIDA"
“Decidme, sí, decidme,
-aunque no pueda oírlo,
aunque nunca lo crea -
que nada ha terminado.”
(José Agustín Goytisolo)
Ahora,
que se me va muriendo la gente
como quien escribe
el punto final de un poema,
tengo prisa.
Aquello
que leí entre líneas,
las fotografías veladas,
el sol
derramándose en la arena,
las palabras precisas,
desencadenadas,
el salitre…
Nada
era trivial ni momentáneo.
Balas
incrustadas en los muros.
Sombras verticales.
Heridas y pozos.
La vida es líquida.
Tiene,
como el cuerpo humano,
un alto porcentaje de agua.
Se obsesiona
con meter los pies en la orilla de un río
y sentirlos livianos.
No pasa nada,
nada,
nunca pasa nada,
decían.
Desviar la mirada
no te convierte en invisible.
Ahora tengo prisa
y el corazón desbocado,
porque se me muere
la gente entre las manos
y me faltan veces
y no está todo dicho.
La soledad ya no me impacta.
El silencio
es una cuestión de despedida.
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