ANA NO

La censura prohibió la representación de las obras del gran dramaturgo Agustín Gómez-Arcos (Almería, 1933-París, 1998) y claro, también lo prohibió a él, que, acosado por la dictadura franquista, decidió exiliarse, primero en Londres y definitivamente en París, dónde se convirtió en un prolífico escritor, galardonado con importantes premios y enterrado en Montmartre.
Una fría mañana de febrero, nosotras, las del hilo rojo, lectoras incombustibles, recalamos en la que posiblemente sea una de las librerías más selectas y especiales de Zaragoza: "La Montonera", y el instinto de Noelia hizo de las suyas, consiguiendo que nos llevásemos bajo el brazo: "Ana no".
Una historia trágica y desoladora, pero emocionante y conmovedora hasta el extremo, un reflejo exhaustivo y detallado de la posguerra protagonizado por Ana Paucha, mujer de mar, mujer del sur, cuyo marido y dos de sus hijos fallecen en la contienda, siendo Jesús, el pequeño, el que consiguió ir a la escuela y leerle en voz alta a su madre una novela por entregas, encarcelado en una prisión del norte del país.
Una mañana, Ana No, (la que todo lo ha perdido y hasta el respeto de sus vecinos se le niega por ser de las vencidas), a sus 75 años, cierra la puerta de su mísera vivienda, deja encallada la barca, sustento familiar, aquella barca agujereada y yerma denominada: "Ana, la alegría del regreso", se ata a la cintura el bizcocho que ha cocinado para su pequeño, que ya ha cumplido 52 años y parte, siguiendo las vías del tren, hacia el norte, buscando ver a su hijo por última vez y entregarse a la muerte.
Peregrinación descrita con gran detalle y dominio de la prosa poética, el autor recrea una realidad que no ha sido respetada hasta el momento, como merece. La de las madres de la guerra, mujeres del medio rural en su mayoría analfabetas, pero ricas emocionalmente, netas, absolutamente conscientes de todo lo que les fue arrebatado sin permiso ni conciencia.
La novela es también una novela de aventuras, una reproducción fidedigna del género humano habitando la necesidad y los extremos. Es una lección de historia, la que no nos contaron, la que no sale en los libros, un ejercicio absolutamente necesario y pedagógico sobre la memoria histórica.
Tiene honestidad, paisajes, orígenes, destinos, verdad, dolor, miseria. Todo lo feo y todo lo bello también.
Tiene un perro, un ciego contador de historias, plazas de pueblos, un circo, la nieve...
No podemos vivir de espaldas a lo que fuimos. Nos convierte en cómplices estúpidos de la desgracia ajena.
"Ana no" es mucho más que una novela publicada en 1977, basada en una historia "de boca a oreja" relatada por la propia madre de Agustín Gómez- Arcos, es una asignatura pendiente, una deuda, una obra enorme, feminista, atemporal, viva.
De obligado cumplimiento aunque todo parezca ya tan lejano y sin embargo estremecedoramente próximo.
Ana no.
Ana Paucha.
Ana hija querida.
Ana menuda.
Ana esposa de Pedro y madre de Juan, José y Jesús.
Ana La Alegría del Regreso, remendadora de redes.
Ana y su propósito.
Ana y el pastel, un auténtico bizcocho que los perros del camino le quieren arrancar.
Ana, las piedras, las estaciones, las noches.
Ana para siempre, para nada, para nunca.
Ana no. Inolvidable.
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