GEOGRAFÍA ABSTRACTA
Ya no puedo esperarte
al final de las calles que llevan tu nombre,
como quien espera la lluvia
necesaria para la vida,
una lluvia útil de arena húmeda
y pasos marcados.
Me cansé de morirme respirando.
Muerta.
Quieta.
Invisible.
Hasta que tu aparecieras
y quizás
desearas acariciarme el pelo,
sonreir sin prisas,
invitarme a un helado.
Descubrí un mundo que latía sin ti,
nombres, películas, mascotas, espejos...
otro idioma,
otro lenguaje de signos,
otra manera de amar.
Y tú no estabas.
Y aunque la vida se me hacía cuesta arriba
me esperaba,
ahí arriba, lejos,
me esperaba.
Nunca he llegado a alcanzarla del todo,
siquiera a veces me pongo a la par,
la melancolía es un caballo de madera sin ruedas.
De haber existido los milagros
te miraría ahora como sólo se mira lo imposible,
con el deseo intacto,
vacío de este asomo de derrota
que muerde el quicio de los años.
5 comentarios
Katia, Leo, Rúa -
Un beso de Okupas.
Leyre Abasolo -
Ricardo -
Una interrogante, ¿no debería ser "ni siquiera".
Un beso poeta.
Gulliver -
Violeta Friso -
Un beso,
Violeta.