ENVEJECER
-A Adolfo Aristaráin, Federico Luppi y Mercedes Sampietro por “Lugares Comunes”
Silencio.
Te duermes sobre mi hombro
a las tres de una tarde de invierno.
La casa está invadida de fotografías
cruzada por un sol lánguido y ficticio.
Una manta nos cubre las piernas.
Es probable que nadie venga a visitarnos.
Es posible que no nos quede nadie.
Tú ya lo sabías.
Lo efímero, digo.
Que todo es mentira.
Este viaje hacia ninguna parte.
La absurda manera de sujetarse a un tronco
que arrastrará la corriente.
No lo hicimos mejor que nadie,
ni quisimos ser mejores.
Era nuestro turno,
como en el puesto del mercado:
43, 44, 45, 46...
mañana comprarán otros,
con el mismo número que lo hicimos nosotros,
con las mismas ganas de comer lubina a la sal,
calamares en su tinta
o papas con mojo picón...
Los turnos pasan,
hay que estar atentos.
Comprender es sinónimo de sabiduría.
Silencio.
Vamos a adivinar qué tipo de coche es
el que pasa por la calle.
Cuanto tiempo nos queda.
5 comentarios
Carlos Lafuente Auría -
María Peco -
Yo también quiero.
Yo también quiero.
Envejecer contigo.
A la sombra cálida de tus versos.
Carmen Frías -
Gabriel Ausejo -
Extraordinario poema, para variar.
Ricardo -
Gracias por tu entrada en mi blog, el libro lo puedes encontrar en La Casa del Libro, en antígona, en Cálamo etc.
Un beso.