BURDEOS
Es un tiempo vacío
cuando nos usurpamos,
empeñados en ser cazadores de sombras,
ciudadanos europeos
con futuro europeo
y un coche por aparcar
en zona azul,
mientras los niños se construyen
sobre nuestras ruinas,
como auténticos príncipes
sin memoria.
Es piedra en pozo seco
tratar de no arrastrar cadenas invisibles,
pretender no ser de nadie,
fragmento de nadie,
papel mojado,
tímida luz de esperanza
cuando todos duermen
y la luna es la misma en todas partes.
Este empeño en vivir espalda contra espalda
desprovistos de una emoción siempre encendida,
nos hace huecos,
inverosímiles,
absurdos y huecos.
Porque el olvido
no garantiza la resurrección
ni reniega de los puntos cardinales.
Sólo es un pobre ciego
que agudiza el ingenio
cuando se siente acorralado.
Y tú me estás mirando
sin conocerme,
y tus ojos ya no se parecen a los que fueron
porque no lo son,
pero aún con todo,
a pesar de este tiempo que nos vacía,
queda intransitable
el camino que emprendimos.
Como una leyenda urbana.
Como ferrocarril de museo.
5 comentarios
Patricia -
Gracias por escribir
nK -
Ruth -
Blanca -
Rubén Alquézar -