"LA SEGUNDA VIDA DE VIOLA WITHER"
Creo que es la primera vez en los ochos años de existencia de este blog que tardo más de dos meses en escribir algo nuevo. Esto quiere decir muchas cosas. Quiere decir, fundamentalmente, que duermo poco y descanso mal, mis cansadas neuronas dejan de ser proactivas, los años no perdonan...
Por otra parte estamos en una de esas épocas de abundancia editora en las que casi todo es publicable, las novedades, con ese tufillo seductor y bien encuadernado, y las que no lo son tanto, se amontonan unas sobre otras, opípara cena para una lectora hambrienta que no sabe qué plato empezar a degustar, y cuando lo hace, la mayoría se le atragantan, indigestos, insípidos, flor de olvido. Serán los años también... porque hubo un tiempo, cuando tenía tiempo, en el que leía de todo, cribaba, llegaba hasta el final de los finales de lo infumable porque no permitía argumento que se me resistiese... Ya no, demasiados frentes para tan pocas balas. Si la literatura me ha rescatado de muchas cosas qué menos, ya destinadas para siempre a encontrarnos, que invertir en calidad, o lo que yo considero calidad, claro, que no tiene porqué serlo, pero los gustos lectores son paladares exquisitos, tan sagrados como cualquier templo.
Vengo a darle su pequeño sitio, porque lo merece en medio de este enjambre de insomnio, calor sofocante, lecturas quiero y no puedo, etc, a "La segunda vida de Viola Whither, de Stella Gibbons, la novelista inglesa nacida prácticamente con el siglo XX. Una historia tradicional, centrada en la clase media-alta británica, una historia mordaz, llena de fina ironía y visión sutil y crítica hacia el conservadurismo, el dinero y las rancias costumbres.
Viola Wither es una chica encantadora y no muy avispada que se casa con un hombre con posibles al que no ama realmente. Cuando su marido fallece, Viola se queda en la más absoluta miseria, por lo que no tendrá más remedio que vivir con su familia política en The Eagles, una casa en la que todo es tristeza y oscuridad. El señor Wither es un hombre tacaño y gris. La señora Wither la ignora desde el principio y sus dos cuñadas, Tina y Madge, piensan demasiado en sí mismas como para ocuparse de ella. Por fortuna, siempre existirán las fiestas benéficas y la posibilidad de cruzarse en ellas con Victor Spring, el ídolo local, un hombre rico y algo superficial con el que todas las mujeres sueñan en silencio.
Que la editorial que rescata esta historia para darle su sello personal sea Impedimenta, creada en Madrid en 2007, suma puntos al valor de calidad del que hablábamos al principio.
La novela es absolutamente inglesa, estructurada con extrema puntualidad y una descripción metódica (desde las telas de los vestidos, a las flores del jardín o el cabello que asoma bajo tocados y sombreros), peca para mi gusto de una lentitud a veces excesiva que tampoco desentona, porque se recupera rápidamente convirtiéndose en un argumento que crece, ganando fuerza, peso en los personajes, hombres y mujeres capaces de cambiar si verdaderamente se lo proponen, capaces de salir del papel asignado, del destino marcado en las tazas de té. Porque se toma mucho té, hay fiestas al aire libre, invitaciones, conveniencias, trajes de gala, compromisos, relojes de péndulo, chicas de barrio que quieren dejar de serlo y otras que abandonan todo por convertirse en el apéndice de alguien, bailes, muchos bailes, muchas lágrimas y mucho dramatismo (a pesar de tratarse de una comedia...),dramatismo inglés, eso sí, con fecha de caducidad. Y lo mejor, cómo en las mejores novelas, para el final. Y después del final otro, una especie de epílogo elucubrador que proyecta cómo serán décadas después los personajes que despedimos, lo cual dota a la historia de un broche de oro perfecto.
Se sabe que una historia es buena cuando atraviesas el espejo. Cuando estás dentro y al terminar debes salir, abandonar el entorno, el paisaje, dejar de escuchar la voz de los personajes... Con ésta ocurre.
Cuentan que la mejor obra de la autora fue la primera que escribió: "La hija de Robert Poste", publicada con gran éxito en 1932, considerada la novela cómica más perfecta de la narrativa inglesa del siglo XX, con sus secuelas y adaptaciones. En ella "parodiaba" en lo posible aspectos de su propia infancia, al parecer turbulenta e infeliz... dichosa quien encuentre en la escritura la terapia fundamental para seguir viviendo.
Esta "Segunda vida de Viola Wither" es muchas cosas, entre otras, una buena compañía para el verano que se nos brinda por delante, además de una bofetada de guante blanco en la faz de los prejuicios.
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